Una madrugada tocaron a su
puerta, para su sorpresa era su esposo. No lo esperaba, ya que como todo
conductor tienen su horario
Se quedó fría al verlo parado
ahí, en la puerta de su casa y en silencio.
-¿Y tus cosas? Pregunto aquella
mujer.
-No las traje, solo vine hablar contigo
respondió
Ella se quedó aún más fría pues
antes habían discutido y llevaban días sin hablarse. Su marido entro, se
dirigió al comedor, ahí tomo de las manos a su señora mientras se sentaban en
el comedor.
- ¿Qué pasa?
- No pasaba nada. Vine a decirte
que aunque hemos tenido nuestras diferencias, yo te amo, te llevo en cada
momento, te pienso siempre y estos días que hemos estado enojados, te quise
llamar mil veces pero fue más fuerte mi enojo, me quede a medias mientras te
escribía un mensaje para saber de ti pero mi orgullo no dejó que terminara de
escribir esos mensajes.
Ella cambio su cara y enterneció
su mirada, acaricio su mano y observo que el reloj estaba detenido a las 03:45 am
pero no le dio importancia.
- Yo también te amo y quiero que
sepas que mi amor por ti es muy grande pero he dejado que el enojo y el orgullo
sean una prioridad. Contesto ella.
Él continúo diciendo; tú eres lo más
importante que tengo. Se levantó y le dio un tierno beso en la frente y
finalizo diciendo... siempre voy a estar contigo pase lo que pase, me doy una
ducha porque ya tengo que volver a mi trabajo por un tiempo más largo.
Mientras escuchaba el sonido de
la ducha, sonó el teléfono.
-¿Hola? -Busco a la señora Silva
-Dígame ella habla, ¿qué se le
ofrece?
-Señora le llamo para informarle
que su marido tuvo un accidente a las 03:45 Am aproximadamente donde
desgraciadamente perdió la vida.
-Debe de haber un error, mi
marido está en casa, se metió a darse una ducha.
-No hay ningún error señora,
lamento informarle que sus compañeros de trabajo ya reconocieron el cuerpo y
efectivamente es su marido.
-Deje le llamo a mi esposo para
que desmienta esta confusión.
Corrió al baño, busco en cada
rincón y no lo encontró, un silencio invadió la casa y un escalofrío recorrió
su espalda, ahí entendió que solo vino a despedirse de ella y que ya no iba a
volver.
Nunca salgas enojado de casa
porque puede ser la última vez que veas a la persona que amas...
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